Señoras y señores el Torneo Apertura Guard1anes 2020 ha terminado para Mazatlán FC, así como llegó el equipo, así se fue…¡goleado!.
Hay que recordar en la fastuosa presentación morada nos vinieron a pegar una bautizada fea, fue Puebla que nos inauguró el estadio con un 4-1 en contra. Este domingo 8 de noviembre, en un encuentro que ya no le definía nada los porteños, más que la despedida, Santos resolvió en su favor el partido por 4-0.
Simplemente el equipo no fue consistente, hay que recalcar que al interior no hay conflictos de indisciplina, simplemente con Francisco Palencia no se dieron los momentos esperados, algunos encuentros se tenían para ganar, en otros el arbitraje ¡vaya que influyó!, y así el proyecto no pudo salir a flote en tan tremendo barco que se armó.
La llegada de Tomás Boy no cambió mucho al equipo, se cayó en los mismos errores con los equipos fuertes, bien jugado, pero sin gran futbol, pocos destellos individuales de jugadores de los cuales se esperaba mucho y entre lesiones, suspendidos y Covid, nunca se pudo tener un cuadro base que de verdad mantuviera los resultados importantes, los de casa.
Hoy en día empiezan a armar al equipo de cara a lo que será el próximo torneo. Ya se empieza a rumorar las piezas que están en el mercado, nombres de jóvenes talentosos que últimamente están metidos en líos de indisciplina en los equipos que pertenecen.
Repetimos, acá no hay problemas de indisciplinas, Mazatlán ha hecho una gran inversión para armar su proyecto y ser competente, habrá que cuidar esa parte y realmente invertir en los jugadores que son profesionales y que le ayudarán a Mazatlán FC a estar para el próximo torneo por lo menos en la zona de repechaje como mínimo —no pidan liguilla directa, el horno no está pa’ bollos—.
Por lo pronto ya se habla de la renovación de contrato por 2 años a Camilo Sanvezzo, del interés en Michael Pérez, de Dorados de Sinaloa, y así saldrán nombres que se sumarán a el cambio que requiere este grupo para encarar las próximas batallas.
Tomás Boy tendrá ese duro compromiso de poner en los reflectores a Mazatlán, como en su momento lo hizo con Morelia en aquellos tiempos del 2009 al 2012, ¡ufff enorme trabajo mi capitán!.
¡Aguas que en Mazatlán salado nomas el mar!
Dándole vuelta a la página en lo de Mazatlán FC, ahora nos concentramos en los Venados de Mazatlán.
Acá el asunto es que también andan por la calle de la amargura, también en el fondo —y no del mar— del standing.
Los Venados de Juan José Pacho, en esta pausa que hizo la Liga Mexicana del Pacífico, se ubica en la novena posición de diez, solo por arriba del peor equipo de la justa, Mayos de Navojoa.
Si es cierto que la temporada pasada así arrancó Mazatlán, flojo, sin subir más allá de los .500, pero todos sabemos como concluyó aquello, subcampeones de la temporada 2019-2020.
A pesar de eso el aficionado se inquieta, ya podemos leer en las redes sociales el sentir del aficionado. La exigencia de estar en los reflectores, en los primeros planos, y no es para menos, no hay que recordarles que al final de la temporada se jugará en este puerto la Serie del Caribe, y la gente obvio quiere ver a los rojos defendiendo los colores de México.
Se entiende que los jugadores vienen de un receso forzoso, que no había actividad, pero lo cierto es que los juegos se han dejado ir por el mal trabajo del bullpen y hasta cierto punto la novatez de los jóvenes que buscan un espacio en este deporte.
Por lo pronto ya la directiva se movió y ya vienen refuerzos al bullpen como Juan Ramón Noriega, Jesús Pirela, al cuadro, Maxwell León y esperando aporte lo suyo a la brevedad el ligamayorista Isaac Paredes.
Todavía queda un puesto para saber quien ocupará el lugar de Ryan Newell, a quien ya le dieron las gracias por la pobre participación que tuvo. Ya se fue también Chris Roberson.
¡Ojalá que este receso les sirva para afinar detalles y entrar de lleno a la pelea!, acá en el beisbol no estamos tan salados, tenemos a nuestro santo que todo lo puede: San Juan José Pacho.
Saludos y gracias por tu lectura.
