El club blanco tiene el músculo necesario para hacer una operación de última hora
155 millones de euros dan para mucho en el fútbol. Años atrás, ese dinero podría llevar a cualquier equipo a ser el rey del mercado, pero ahora todavía sirven para pensar en hacer grandes cosas hasta el próximo lunes a las 12.00 de la noche, momento en el que las transferencias entre equipos dejarán de tener validez al menos hasta el 2 de enero de 2020. Esos 155 millones de euros a los que hacemos referencia es lo que el Real Madrid tiene en caja, tal y como señala el excelente balance económico de la entidad madridista.
Con el mercado abierto todavía y con Zinedine Zidane insistiendo en el fichaje de Paul Pogba una y otra vez y con Neymar aún por colocar, podrían llevar a pensar en último movimiento del equipo presidido por Florentino Pérez. Hay dinero y capacidad suficiente para afrontar operaciones de última hora, especialidad de la casa, tal y como quedó demostrado años atrás con fichajes sobre la bocina, con el de Ronaldo Nazario como referencia, pero sin olvidarnos de Modric o Bale, más próximos en el tiempo.
Por el momento, la tranquilidad presiden los movimientos de los dirigentes del Real Madrid, ocupados en cerrar el adiós de Keylor Navas y en recibir como se debe a Areola, que si nada extraño pasa, llegará cedido por una temporada procedente del PSG. El fútbol mostrado por los de Zidane en la preparación veraniega y el empate logrado ante el Valladolid ha sembrado inquietud entre la afición ante la necesidad o no de fichar antes del cierre del mercado.
La pregunta es clara y hace referencia a si el Real Madrid podría acudir al mercado en el último momento, teniendo en cuenta la solvencia económica que dejan patente los 155 millones de euros, los 38 millones de euros de beneficio neto y el endeudamiento negativo de 27 millones. Lo que está fuera de toda duda es que la entidad madridista puede responder con solvencia a lo gastado ya y que tampoco tendría problema en afrontar más operaciones.
La estrategia marcada desde la directiva ha sido clara durante todo el verano, valorando cualquier movimiento que pudiera poner en peligro esa estabilidad económica de la que ahora pueden presumir. No olviden que en los últimos años, y salvo el fichaje de Hazard este verano y el de Courtois hace un año, todas las incorporaciones han llegado de la mano de la juventud.
Fuente: Marca.
