Novak Djokovic está a una victoria de conquistar su 23º título masculino, todo un récord, tras imponerse a Carlos Alcaraz en la final del Abierto de Francia, en un duelo que se vio arruinado por la lesión del español.
En un partido apasionante, con un set para cada uno, Alcaraz se retiró en el tercer set con calambres.
El serbio Djokovic lo aprovechó para imponerse por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1.
Djokovic, de 36 años, se enfrentará a Casper Ruud o Alexander Zverev en la final del domingo.
El noruego Ruud, cuarto cabeza de serie, fue el finalista derrotado el año pasado, mientras que el alemán Zverev, 22º cabeza de serie, regresa a semifinales tras sufrir una grave lesión de tobillo en la pista en la misma fase hace 12 meses.
Casualmente, antes del regreso de Zverev a semifinales, la semifinal inaugural de este año también se vio truncada por un problema físico, aunque afortunadamente el problema del primer cabeza de serie, Alcaraz, no fue de la misma gravedad que la lesión del alemán, que le mantuvo varios meses de baja.
Pero fue suficiente para estropear un encuentro que se estaba convirtiendo en un clásico.
“Ante todo tengo que decirle mala suerte a Carlos”, dijo Djokovic en su entrevista en la pista.
“A este nivel, lo último que quieres son calambres y problemas físicos. Lo siento por él, lo siento, espero que pueda recuperarse y volver muy pronto”.
“Sabe lo joven que es, tiene mucho tiempo por delante y ganará este torneo muchas veces”.
Alcaraz, de 20 años, golpeó una derecha en la red en el segundo punto de partido de Djokovic, inclinando la cabeza mientras caminaba hacia la red, donde el tercer cabeza de serie esperaba para abrazar a su joven oponente.
Djokovic aplaudió a Alcaraz fuera de la pista junto con el público, pero sólo después de que el bicampeón recibiera algunos abucheos cuando celebraba haber alcanzado otra final señalando al cielo.
El ambiente se volvió más festivo cuando Djokovic tomó el micrófono tras el partido, y los aficionados corearon el nombre del ex número uno del mundo.
“Es duro para él no saber si retirarse o terminar el partido, pero enhorabuena por mostrar espíritu de lucha y aguantar”, añadió Djokovic.
“Sólo intenté mantenerme concentrado, estar presente y no pensar demasiado en lo que estaba pasando en el lado opuesto de la red”.