Terrance Williams es uno de esos hombres privilegiados que pudo nacer y crecer en el estado de Texas para posteriormente convertirse en jugador de los Dallas Cowboys. Luego de cuatro años fuera de la NFL, el receptor de 33 años jugará con los Galgos de Tijuana de la Liga de Futbol Americano Profesional de México (LFA) y promete llevar su experiencia a los emparrillados mexicanos.
“La gente habla sobre tener 33 años, pero si lo piensas detenidamente estoy de regreso tras cuatro años fuera”, dijo Williams. “En ese tiempo no me he lastimado, me he vuelto más rápido, más fuerte y le di a mi cuerpo la oportunidad de descansar. No estaría aquí si no me sintiera capaz de jugar, ese no soy yo. Ahora tengo la oportunidad de mostrarle a las personas que no me han visto en estos cuatro años que sigo siendo el mismo”, añadió.
Durante sus seis temporadas con el conjunto de la estrella solitaria Williams participó en 83 encuentros en donde registró 20 recepciones de anotación. Un factura en el pie terminó con su participación en la campaña 2018 de la NFL y cerró su ciclo con los Cowboys tras no renovar su contrato.
Desde entonces Williams ha deambulado en ligas profesionales en Estados Unidos y Canadá. Con cuatro años de preparación llegará a Tijuana a poner en práctica la capacidad de liderazgo que aprendió compartiendo vestidor con elementos de la talla de Dak Prescott, Ezekiel Elliot y el mismo Dez Bryant, con quien formó gran mancuerna.
“Ahora puedo poner a prueba mi liderazgo y dirigir a estas personas. Dios me dio la oportunidades de mostrarles, en un escenario de carácter nacional, que este muchacho aún puede trabajar”.
Williams estuvo en Ciudad de México en la Gala de la LFA y dijo que quiere estar el próximo año llenándose de premios tanto individuales como colectivos. “Este año primero quiero ser campeón y quiero llevarme el premio al mejor jugador. Quiero que la gente que me vio jugando con los Cowboys me reconozca y vean que sigo siendo la misma persona”, concluyó.