La FIA, que gobierna la Fórmula 1, ha declarado que los pilotos sólo podrán hacer declaraciones políticas en circunstancias “excepcionales”.
La federación deportiva actualizó recientemente sus normas para impedir que se hagan comentarios “políticos, religiosos o personales” sin aprobación previa.
Esta semana, el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton ha insistido en que no se le silenciará, y Lando Norris ha acusado a los dirigentes de la F1 de tratar a los pilotos como niños en edad escolar.
En un intento de aclarar la ley, que ha amenazado con ensombrecer la nueva temporada, la FIA ha respondido con un documento de tres páginas enviado el viernes a los 10 equipos de la parrilla.
El documento dice que los pilotos podrán seguir “expresando sus opiniones sobre cualquier asunto político, religioso o personal” en “su propio espacio”, y fuera de una carrera, a través de sus canales en las redes sociales o durante una entrevista.
Sin embargo, los pilotos se enfrentarán a sanciones si se oponen a la ley mientras están en la pista, como durante el himno nacional antes de una carrera o en el podio.
Sin embargo, en un aparente intento de apaciguar el creciente descontento, la FIA ha declarado que, en circunstancias “excepcionales”, “podrá autorizar a un participante a hacer una declaración en una competición internacional que, de otro modo, estaría prohibida”, previa solicitud presentada cuatro semanas antes del evento.
Añade que el piloto debe “proporcionar las razones por las que debería concederse dicho permiso”, y que cada solicitud se juzgará “caso por caso”.
