Savannah Marshall está desesperada por volver a subirse al ring con Claressa Shields para vengar la única derrota de su carrera profesional hasta la fecha.
Marshall, de Hartlepool, y la estadounidense Shields participaron en octubre en el que quizá sea el mejor combate de boxeo femenino de la historia, en el que Shields salió victoriosa en el O2 Arena de Londres para hacerse con todos los principales cinturones del peso medio.
A pesar de saborear la derrota por primera vez, Marshall le ha planteado a la bicampeona olímpica su prueba más dura hasta el momento, y es optimista en cuanto al triunfo si ambas se vuelven a encontrar en el futuro.
“Fue un combate muy reñido. Muchos de esos asaltos podrían haber sido para cualquier lado. Sé que ella sabe que estuvo muy reñido”, dijo Marshall a Sky Sports News.
“El recibimiento que tuvimos, las cifras de espectadores fueron increíbles, y hay mucha gente que dice que quiere volver a verlo. Me encantaría volver a hacerlo.
“No hay muchas chicas ahí fuera. Las dos tenemos otras opciones, pero inevitablemente nuestros caminos volverán a cruzarse porque somos las únicas dos de élite en el peso medio.
“Hay bastantes cambios que podría hacer. Hay cosas que quizás no debería haber hecho durante todo el tiempo que lo hice. Probablemente ella diría lo mismo.
“Ambas hemos compartido el ring ahora como profesionales. Tengo a la mejor Claressa Shields que hay, que habrá jamás, no me ha hecho daño. Sé que es imposible que me haga daño”.
Sobre si su primer combate fue la mejor pelea femenina de la historia, Marshall afirmó: “Creo que lo es, pero yo formé parte de él, así que siempre lo diré. Estoy segura de que algunas de las otras chicas no estarían de acuerdo”.
Después de haber noqueado a 10 rivales en sus 12 victorias, algunos creen que las perspectivas de Marshall podrían mejorar si hubiera asaltos de tres minutos en lugar de los tradicionales dos minutos que se utilizan en el boxeo femenino, con lo que su devastador poder tendría más oportunidades de salir a la luz.
Sin embargo, la púgil de 31 años no cree que las cosas deban cambiar necesariamente, argumentando: “Los dos minutos son para el aficionado. Cuando tienes dos minutos, es un no parar.
“Creo que los asaltos de dos minutos han ayudado al deporte. Para las mujeres, pasar de 10 dos a 12 tres es un gran salto”.