El canadiense Andre de Grasse ganó su primer oro y su quinta medalla olímpica en general al superar al campeón mundial Noah Lyles en los últimos 50 metros de la final de los 200 metros.
El atleta de 26 años, que el domingo se colgó el bronce en la final de los 100 metros, se impuso en 19,62 segundos, lo que le convierte en el octavo hombre más rápido de la historia.
Lyles entró en cabeza en el último cuarto, pero disminuyó su velocidad cuando De Grasse y el segundo clasificado, Kenny Bednarek, le acorralaron.
Erriyon Knighton, de 17 años, terminó cuarto en 19,93 segundos.
El adolescente estadounidense batió en mayo el récord mundial júnior de la prueba del campeón de Río 2016, Usain Bolt, y podría ser su futuro, pero fue De Grasse, que en su día fue la gran promesa, quien finalmente estuvo a la altura de su fama de heredero de Bolt.
De Grasse había establecido una mejor marca personal de 19,73 segundos en las semifinales del martes y parecía relajado cuando salió a los bloques.
En contraste con sus sonrisas y payasadas, Lyles se mostró muy serio, gritando al cielo de Tokio cuando salió a la pista.
Lyles fue el primero en salir de la curva, pero su ventaja se fue reduciendo poco a poco a medida que De Grasse y Bednarek, uno al lado del otro en los carriles seis y siete, se acercaban con fuerza.
De Grasse lo celebró con una videollamada a su compañera, la vallista estadounidense Nia Ali, en la línea de meta, pareciendo exclamar “por fin” durante su conversación.
De Grasse ha sido señalado como posible sucesor de Bolt desde que quedó tercero detrás del jamaicano en la final de los 100 metros lisos en los Campeonatos del Mundo de 2015, con tan solo 20 años.
Unos meses después firmó un lucrativo contrato con el mismo patrocinador de calzado que Bolt. Sin embargo, los problemas en los isquiotibiales frenaron su progresión antes de que volviera a estar en forma con las medallas de plata y bronce en Doha 2019.
“He estado esperando este momento, he estado entrenando duro para este momento”, dijo De Grasse.
“Diecinueve coma seis: no puedo creer el tiempo. Y casi 19,5, ya casi estoy ahí”.
Fuente: BBC.