El escolta de los Rockets recibió un piquete de ojos
Por si la eliminatoria entre los Golden State Warriors y los Houston Rockets necesitaba todavía más polémica, el segundo partido empezó con un nuevo episodio de tensión después de que Draymond Green le hiciera un piquete de ojos a James Harden en el primer cuarto. En un intento de capturar su propio rebote, ‘La Barba’ recibió un golpe aparentemente involuntario del ala-pívot de los Warriors quedando tendido en el suelo.
El escolta se retorcía del dolor mientras que sus rivales aprovecharon la situación de cinco contra cuatro para anotar un triple antes de que los árbitros parasen el partido. Finalmente el jugador tuvo que retirarse al vestuario para ser atendido con Green y Kevin Durant preocupándose por su estado. Mike D’Antoni, entrenador de los Rockets, entró en pánico: “¡Estaba sangrando por los ojos!”, reconoció en una entrevista en pleno partido, aunque su pupilo pudo regresar a la cancha a los pocos minutos, eso sí, con derrames en ambos ojos y con una laceración del párpado de su ojo izquierdo, algo que le acabaría mermando durante el resto del partido pese a que acabó anotando 29 puntos.
No es la primera vez que Draymond Green se ve envuelto en una acción de este tipo. En las Finales de 2018, el ala-pívot fue sancionado con una falta técnica por meter su dedo en el ojo de LeBron James. En esta ocasión, los colegiados no señalaron falta al no ver intencionalidad en su acción, aunque la hubiera o no, Harden quedó KO durante el resto del encuentro.
“Apenas podía ver”, reconoció el escolta en la rueda de prensa posterior. “Ahora mismo veo bastante borroso, pero espero que mejore con el día a día”, añadió la estrella de los Rockets.
Fuente: Marca.
