El británico Joshua se enfrentará a Otto Wallin, y el estadounidense Wilder al ex campeón Joseph Parker. Si Joshua y Wilder ganan, podrían enfrentarse en 2024. En los prolegómenos, el campeón del peso semipesado de la AMB, Dmitry Bivol, defenderá su título contra Lyndon Arthur, de Manchester.
El londinense Ellis Zorro retará al campeón del CMB del peso crucero, Jai Opetaia, mientras que el británico Daniel Dubois se enfrentará al estadounidense Jarrell Miller. El combate entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk estaba previsto como cabeza de cartel, pero el difícil encuentro de Fury con Francis Ngannou el mes pasado desbarató esos planes.
Con la fecha a menos de seis semanas, Turki Alalshikh, de la General Entertainment Authority de Arabia Saudí, y Queensbury Promotions, de Frank Warren, han conseguido ultimar una de las tarjetas más potentes de la historia del boxeo. Joshua y Wilder están en la senda del regreso desde que perdieron sus títulos mundiales ante Usyk y Fury, respectivamente.
Joshua, de 34 años, está promocionado por Matchroom Boxing y Eddie Hearn, mientras que Wilder, de 38 años, ha pasado la mayor parte de su carrera con Premier Boxing Champions y el asesor Al Haymon, además de estar dirigido por Shelly Finkel.
Joshua es bicampeón del mundo, con un récord de 26 victorias, 23 de ellas por KO, y tres derrotas. El sueco Wallin, de 32 años, sólo ha perdido una vez en 27 combates: una derrota por puntos ante Fury en 2019.
El ruso Bivol hará la undécima defensa de su título mundial contra el invicto Zorro, mientras que Arthur luchará por su primer título mundial contra el duro australiano Opetaia.
A principios de este año, Joshua y Wilder mantuvieron conversaciones con la empresa Skills Challenge, con sede en Arabia Saudí, para disputar un combate, antes de que las conversaciones se interrumpieran. Ahora, la empresa de Alalshikh se ha convertido en la principal promotora del boxeo en el país.
La tarjeta es el último acontecimiento deportivo de alto nivel que acoge Arabia Saudí, pero la creciente participación del país en el deporte mundial ha resultado controvertida.
El creciente deseo de Arabia Saudí de albergar eventos deportivos de élite -incluidos combates de boxeo, una carrera anual de Fórmula 1 y una candidatura para el Mundial de 2034- ha suscitado escrutinio debido a su deficiente historial en materia de derechos humanos.
Mohammed bin Salman, el príncipe heredero saudí, dijo en septiembre que “no le importan” las acusaciones de que el país está “lavando el deporte”, es decir, invirtiendo en deporte y utilizando eventos de alto perfil para acallar las críticas a sus prácticas y mejorar su reputación internacional.
En agosto, los guardias fronterizos saudíes fueron acusados en un informe de Human Rights Watch del asesinato masivo de migrantes en la frontera con Yemen. Arabia Saudí ha rechazado anteriormente las acusaciones de asesinatos sistemáticos.
Sin embargo, el escrutinio sobre Arabia Saudí no ha impedido que deportistas de élite compitan allí.