Damian Lillard pidió un traspaso a los Portland Trail Blazers en julio, y el martes concretó un poco más su petición: no a los Golden State Warriors.
En el programa de YouTube “It Is What It Is”, Lillard dejó claro que no está interesado en unirse a los Warriors en ningún momento en el futuro.
“Respeto lo que han estado haciendo en los últimos ocho, nueve años o lo que sea, y yo soy de allí, obviamente. Es mi hogar. Pero no puedo formar parte de eso”, dijo Lillard alrededor del minuto 53.
“Ganaron cuatro campeonatos. ¿Qué parezco yo yendo a intentar hacer eso? “Ni siquiera tiene sentido. Nunca haría algo así. Perdería todos los años antes de irme”.
Según los informes, Lillard ha dicho a los Blazers que los Miami Heat son su destino preferido para el traspaso, y la semana pasada se informó de que sólo se presentaría al campo de entrenamiento en Portland o Miami. Así que no es terriblemente sorprendente que no quiera ir a los Warriors, ya que no quiere ir a ningún sitio que no sea Miami o el equipo en el que está actualmente.
Sin embargo, es sorprendente lo mucho que Lillard no quiere ir a los Warriors. Declaraciones como “No puedo formar parte de eso” y “Perdería todos los años antes de ir” reflejan una gran reflexión. Tiene razones para pensar como piensa.
Aunque no podemos saber cuáles son las razones de Lillard, a primera vista no es difícil ver por qué prefiere a los Heat. Tienen estrellas jóvenes como Bam Adebayo y, tras perder ante los Denver Nuggets en las Finales de la NBA, parecen estar en el inicio de su andadura como equipo. Los Warriors, por su parte, tienen estrellas envejecidas en Steph Curry (35), Klay Thompson (33) y Draymond Green (33), y su racha de cuatro títulos en nueve temporadas parece estar llegando a su fin natural.
Lillard quiere ir donde quiera, pero al final, no es su elección. Los Blazers tienen todo el poder aquí. Y teniendo en cuenta lo poco que se ha hablado de traspasar a Lillard en el último mes, es posible que no acabe yendo a ninguna parte durante bastante tiempo.
