Un emocionado Andy Murray reveló que se perdió el funeral de su abuela para ayudar a Gran Bretaña a ganar el viernes contra Suiza en la Copa Davis.
Murray se impuso al debutante Leandro Riedi por 6-7 (7) 6-4 6-4 en tres horas y 10 minutos en el AO Arena de Manchester, antes de romper a llorar durante su entrevista en la pista.
“Hoy es un día duro para mí, es el funeral de mi abuela”, dijo. “Siento a mi familia por no poder estar allí, pero abuela, esto es para ti”.
Murray regresó entonces a su banquillo, donde se sentó sollozando sobre su toalla.
Preguntado en su rueda de prensa posterior sobre si había considerado no jugar, el escocés dijo: “Hablé con mi padre sobre ello y me dijo que ella querría que jugases. Sólo me dijo que me asegurara de ganar, así que lo hice”.
Las circunstancias de la victoria de Murray hicieron aún más impresionante su esfuerzo por superar otra larga y tensa batalla.
El jugador de 36 años sólo había perdido tres de sus 35 partidos individuales anteriores en la competición, y nunca ante un jugador clasificado en un puesto tan bajo como el número 152 del mundo, Riedi, pero el gran golpeador de 21 años tuvo una actuación muy por encima de eso.
Después de ver que su apuesta de jugar con el debutante Jack Draper y Evans daba buenos resultados en la victoria del miércoles sobre Australia, el capitán Leon Smith hizo uso de sus opciones nombrando a Murray y Norrie como sus jugadores individuales aquí.
Murray jugó individuales contra Kazajistán en la misma etapa el año pasado, pero solo una vez que Gran Bretaña ya estaba eliminada, por lo que esta es su primera goma de individuales en vivo en la competición desde 2019 y solo su segunda en siete años.
Suiza también dio la sorpresa al elegir a Riedi por delante de su número dos Dominic Stricker, y Murray admitió que eso le había desconcertado al haberse preparado para enfrentarse a un zurdo.
Sin embargo, no pudo aprovecharlo y Riedi se abrió paso en la contienda, empezando a causar cada vez más problemas a Murray con su gran derecha y sus tácticas agresivas.
Murray fue incapaz de aprovechar dos puntos de set en el tie-break, y Riedi convirtió su primera oportunidad con su 22º golpe ganador.
El suizo, que nunca antes había derrotado a un jugador del Top-50, se puso las pilas y Murray pateó su bolsa en señal de frustración tras no poder romper en el tercer juego del segundo set.
Murray logró por fin abrir brecha en el 3-3, pero Riedi le devolvió el golpe de forma contundente. Sin inmutarse, Murray logró otra ruptura y esta vez se aferró a ella con la determinación que le caracteriza para igualar la contienda.
Al final, la experiencia se impuso, aunque la contienda fue muy reñida, ya que Murray golpeó la raqueta contra la pista tras ceder un tempranero break en el decisivo.