En cuanto la pista de Zandvoort se fue secando, Checo Pérez tomó confianza. El mexicano tuvo una irregular sesión de calificación para el Gran Premio de Países Bajos, en el que mañana a primera hora largará en la séptima posición.
En el regreso de la Fórmula Uno tras el parón veraniego, el mexicano de Red Bull, sublíder en el Mundial de Pilotos, se ha mantenido peleando el Top 5 desde las prácticas y en la qualy, pese a que por momentos su avance estuvo en riesgo.
Durante la Q1, Pérez Mendoza estuvo cerca de quedar fuera al registrar el décimo tercer mejor tiempo, solo por delante de Charles Leclerc, de Ferrari, y Logan Sargeant, de Williams. Para la siguiente sesión, el tapatío vivió una situación similar al ser octavo, arriba del otro Cavallino, Carlos Sainz, y de nuevo de Sargeant.
Sin embargo, en la tercera fase de la calificación, que se pausó en dos ocasiones por banderas rojas, Checo aprovechó las condiciones de la pista y en el último suspiro se colocó en la sexta plaza, desde la que tendrá que luchar para buscar su octavo podio de la temporada.
En su casa y con su gente se le respeta. Cuando parecía que Lando Norris se llevaría la pole position y arruinaría la sesión sabatina para Max Verstappen en el Gran Premio de Países Bajos, el Bicampeón del Mundo apretó el acelerador y largará mañana desde la pasión de honor.
Mad Max tiene una meta clara en casa y es reescribir otro récord en la Fórmula Uno, pues de ganar este domingo fijará la racha más larga de victorias con nueve, igualando lo hecho por Sebastián Vettel, también con Red Bull, en 2013.
“El equipo mantuvo las cosas bastante bien, manejamos la situación (de lluvia) bastante bien. Al principio no estaba tan clara (la estrategia), pero la bandera roja nos ayudó. Al estar en casa siempre hay presión”, comentó el piloto que se encamina al tricampeonato sin oposición alguna.
George Russell, de Mercedes, saldrá de la tercera plaza, a diferencia de su compañero de equipo, Lewis Hamilton, que se quedó lejos, en la Q2.