El organismo rector del ciclismo mundial ha dictaminado que se impedirá a las ciclistas transexuales competir en pruebas femeninas.
La postura sigue a una decisión similar adoptada por British Cycling, con la que la UCI pretende “proteger la categoría femenina”.
La UCI declaró que cualquiera que haya realizado una transición después de la pubertad masculina puede competir en una categoría “hombres/abierta”.
La ciclista transgénero estadounidense Austin Killips ganó una prueba femenina de la UCI hace dos meses.
A raíz de ese resultado, el organismo mundial reabrió la consulta sobre la cuestión, afirmando que “escucha la voz de las deportistas y sus preocupaciones sobre la igualdad de condiciones para los competidores”.
Anteriormente, las mujeres transexuales podían competir en pruebas de élite femeninas siempre que cumplieran la normativa basada en la testosterona.
Ahora, la UCI dice haber “tomado nota del estado de los conocimientos científicos” en torno a la terapia hormonal, que, según afirma, “no elimina por completo los beneficios de la testosterona durante la pubertad en los hombres”.
Por ello, concluyó que era necesario actuar a nivel internacional “como medida de precaución”.
“El ciclismo está abierto a todos, incluidos los transexuales”, declaró el presidente de la UCI, David Lappartient.
“Sin embargo, [la UCI] tiene el deber de garantizar la igualdad de oportunidades para todos los competidores”.
La UCI también reconoció que las normas “pueden cambiar en el futuro a medida que evolucionen los conocimientos científicos”.