Alexander Zverev luchó por volver a las semifinales del Abierto de Francia un año después de sufrir una lesión de tobillo que acabó con su temporada.
El alemán dejó la Philippe Chatrier en silla de ruedas hace 12 meses tras verse obligado a retirarse durante un emocionante duelo de semifinales contra Rafael Nadal.
Zverev había tenido problemas desde su regreso al circuito en enero, pero ha enterrado sus demonios en la arcilla parisina y ha luchado durante tres horas y 22 minutos para superar al sorprendente Tomas Etcheverry por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4.
“Fue el año más difícil de mi vida”, afirma.
“Amo el tenis con todo mi corazón. Estoy muy feliz de haber vuelto a esta etapa, estoy muy feliz de poder volver a jugar una final de Roland Garros. No puedo ser más feliz”.
El argentino Etcheverry, de 23 años, tuvo un gran mérito en el partido más importante de su carrera, asombrando al público de la Philippe Chatrier con golpes ganadores y luchando hasta el final.
Pero fue Zverev quien estuvo más fuerte en los momentos importantes, salvando seis de los nueve puntos de ruptura que tuvo para llegar a semifinales por tercer año consecutivo.
Zverev se refirió a su rival: “Está jugando un tenis increíble, me recuerda mucho a (Juan Martín) Del Potro, sobre todo por la forma en que golpea su derecha. Si sigue jugando así, seguro que llegará a cuartos de final mucho más a menudo y creo que puede estar entre los 10 mejores”.
“Sólo tenía que recordar que tengo un par de pelotas que puedo utilizar. Espero, creo que merecía ganar. Estoy contento de haber pasado.