El entrenador de la Roma, José Mourinho, ha sido denunciado por la Uefa por emplear un lenguaje insultante o abusivo contra un árbitro en la final de la Europa League disputada el miércoles.
El portugués, de 60 años, fue amonestado por el árbitro inglés Anthony Taylor en Budapest, donde el Sevilla se impuso a su Roma en la tanda de penaltis tras empatar 1-1.
Tras el partido, Mourinho fue visto en un aparcamiento enfrentándose a Taylor con un insulto.
Ambos clubes se enfrentan además a varios cargos por la conducta de sus aficionados y jugadores.
Ambos han sido acusados de lanzamiento de objetos, encendido de fuegos artificiales y conducta impropia de su equipo.
El Sevilla tiene una acusación adicional por invasión del terreno de juego, mientras que la Roma también ha sido acusada de actos de daños y alteración del orden público.
El Comité de Control, Ética y Disciplina (CEDB) de la UEFA se pronunciará en su momento.
¿Qué hizo Mourinho?
Mourinho criticó a Taylor en su rueda de prensa y más tarde fue captado en el aparcamiento bajo el estadio, despotricando y haciendo comentarios punzantes mientras el inglés y otros funcionarios subían a un minibús.
El ex entrenador del Chelsea, el Manchester United y el Tottenham insultó repetidamente y gritó dos veces lo de “vergüenza”, antes de seguir hablando en italiano.
El jefe de arbitraje de la UEFA, Roberto Rosetti, intentó calmar los ánimos.
A continuación, Taylor y su familia fueron increpados a gritos por hinchas enfurecidos en el aeropuerto de Budapest.
Durante el partido, Taylor fue llamado repetidamente a los banquillos para que tomara medidas, mientras el cuarto árbitro, Michael Oliver, luchaba por mantener el control.
Taylor mostró tarjetas amarillas a 13 jugadores, el mayor número de amonestaciones en un partido de la Europa League. Siete de ellas fueron para jugadores de la Roma, un récord para una final.
Los retrasos y las lesiones provocaron más de 25 minutos de descuento en las cuatro partes del partido, que se fue a la prórroga y luego a la tanda de penales.