Con un golazo de Lionel Messi, que aprovechó una gran asistencia de Kylian Mbappé, Paris Saint-Germain vence a Strasbourg a domicilio y se consagra campeón de la Ligue 1.
La pared que construyeron Messi y Mbappé, una constante a lo largo de todo el campeonato, antes de los diez minutos fue un espejismo durante la etapa inicial. Los dos cracks del conjunto parisino, inconexos, no podían asociarse para burlar a la defensa local y generar situaciones de gol.
El PSG dominó la posesión en el primer tiempo, pero solo inquietó a Matz Sels con una volea de Renato Sanches -tras córner de Messi- y un tiro libre apenas desviado del astro argentino. De hecho, el jugador más desequilibrante de esos cuarenta y cinco minutos estuvo vestido de azul: el senegalés Habib Diallo estuvo, en tres ocasiones, a punto de abrir el marcador.
Aprovechó un grosero error defensivo y, sin ángulo, no pudo definir cómodo, forzó una gran atajada de Gianluigi Donnarumma y, cerca del cierre, reventó el palo izquierdo del arquero italiano con un remate de afuera. A pesar de sus repetitivos intentos, Strasbourg, que necesitaba un punto para confirmar su permanencia en la Ligue 1, no pudo vulnerar al líder del certamen. Y en un complemento que empezó tranquilo, sin mucho ritmo, lo pagó caro.
A los 59 minutos, Mbappé bajó con mucha calidad un pase largo de Danilo Pereira y, después de tomarse unos segundos para observar la situación, habilitó a Messi, que controló con un toque, venció la resistencia de Sels y marcó un verdadero golazo.
La típica conexión parisina, en este caso invertido, ya que el francés es el máximo artillero del torneo y el argentino el líder de la tabla de asistencias, rompió una paridad que no solo se antojaba justa por lo que había sucedido en el campo de juego, sino que dejaba satisfechos a ambos equipos: los dirigidos por Galtier se coronaban y los anfitriones aseguraban su permanencia en la élite del balompié nacional.
Después de un rato en el que el cotejo se volvió a planchar -lapso en el que Diallo preocupó una vez más al elenco de la capital-, fue Messi el que se vistió de asistidor, cuando armó una buena jugada individual y dejó al capitán del equipo de cara al gol. Mbappé, que buscaba su vigésimo noveno tanto de la Ligue 1, no pudo definir cómodo y su tiro se fue desviado.
