Bélgica empieza la era Tedesco con el pie derecho. O más bien con el izquierdo, el de Dodi Lukebakio, que fue el jugador más determinante del partido generando los dos goles del equipo. Además, Andersson dio veinte minutos a Ibrahimovic para que batiese otro récord en su carrera.
El primer susto del partido llegó por parte de Suecia, que no salió asustada ante una de las grandes de Europa. Bélgica está en reconstrucción y los nórdicos sabían que podían hacer daño. Kulusevski se inventó un disparo prácticamente sin ángulo que, después de dar en la parte baja de la mano de Courtois y en su espalda, se iba para dentro hasta que apareció Faes. El central del Leicester salvó sobre la línea el 1-0.
Los visitantes seguían dominando, pero con muchas dificultades de hacer daño a una Suecia siempre competitiva. Olsen detuvo un cabezazo lejano pero complicado de Theate y las bandas se presentaban como la única forma de hacer daño a los suecos. Por ahí llegó el primero, gracias a un centro de Lukebakio que remató Lukaku de cabeza.
Arrancó le segundo tiempo y pronto volvió a marcar Bélgica para, aunque no lo pareciese, sentenciar el partido. Y otra vez apareció Lukebakio por la derecha, con un jugadón individual en el que se marchó de su marca y puso un pase atrás tan fuerte que a Lukaku le bastó con estar para que el balón le rebotase hacia dentro de la portería. Sin Hazard, Bélgica necesita nuevos referentes y Lukebakio ha presentado su candidatura.
Ya con el partido muy difícil, y sin prácticamente ocasiones para ningún equipo, Ibrahimovic saltó al campo. Con 41 años y cinco meses, Zlatan bate a Dino Zoff como futbolista más veterano en jugar unas eliminatorias europeas. Otro récord, este de 1983, que consigue sumar el sueco a su impresionante carrera.
Lukaku, además, sumó a su doblete un tercer gol en el minuto 83. Otra vez, como en el segundo, el delantero del Inter se valió de su olfato goleador para aprovechar una jugada perfecta de Bakayoko, marchándose de dos rivales, y llevarse el balón a casa.