Pumas mandó en el juego y doblegó 2-1 a Mazatlán FC en cierre dramático; el equipo completo le debe al dueño Ricardo Salinas Pliego una buena lana.
Ricardo Salinas Pliego, dueño del Mazatlán FC, sintió la necesidad de llegar al puerto para apoyar y motivar a su equipo, pero tal intención no funcionó, ni 300 mil dólares motivan, el agua está hasta el cuello, los jugadores deben todo, ahora perdieron 2-1 ante la visita de Pumas de la UNAM.
Con un cierre dramático del partido en donde a Mazatlán se le anuló mediante el VAR el gol del empate logrado por Néstor Vidrio, ya sobre el tiempo de compensación 94’. La jugada que se señaló es un fuera de lugar.
Fue Juan Ignacio Dinenno, al minuto 74, el autor del tanto del triunfo para los universitarios, aprovechando que entró a rajatabla al área y se topó con un balón que intentaba retener Gustavo Del Prete. Dinenno, con ese olfato goleador, pudo sacar un disparo cruzado, al poste más distante para vencer a Nico Vikonis.
El primer tiempo lo dominó el conjunto felino, pero Mazatlán, con un chispazo de Nicolás Benedetti a los 43 minutos se fue con ventaja al descanso de la primera parte.
Para mala fortuna de los morados, los Pumas igualarían apenas arrancada la segunda parte, a los 3 minutos. El encargado del gol fue Eduardo Salvio en una muy buena jugada individual a pase de Del Prete y en complacencia de la pobre defensa cañonera.
Ahora el equipo porteño no solo le debe a su afición una victoria, le debe un buen nivel de juego, le debe alegrías, y por si fuera poco ahora le deben al dueño un buen dinero, toda vez que el empresario charló con los jugadores y a manera de motivación les ofreció que de ganar les daría varios cientos de dólares para repartirse entre el plantel, de lo contrario, con la derrota el equipo le daría al magnate el dinero para comprarse dos carritos de golf.
¡Nada les motiva pues!.