Este viernes se cierra el plazo de candidaturas para la compra del Manchester United, con proposiciones que llegarán del multimillonario Jim Ratcliffe, dueño del grupo INEOS, de Arabia Saudí, Qatar y Estados Unidos.
El club inglés, uno de los más valiosos del mundo, declaró su intención de ponerse en venta en noviembre y desde entonces solo Ratcliffe, una de las personas más ricas del Reino Unido, ha dicho públicamente que quiere hacerse con el United.
El equipo está ahora en manos de la familia Glazer, que compró el club en 2005 por unos 900 millones de euros. La posible venta en estos momentos se estima que superaría los 4.000 millones, aunque en Inglaterra se apunta a que la cifra que los Glazer quieren está en los 5.500 millones de euros, por encima de, por ejemplo, lo que costó el Chelsea, que fue comprado por el multimillonario Todd Boehly por 4.970 millones de euros.
Ratcliffe es la opción favorita de los aficionados, según una encuesta de The Athletic. El multimillonario es aficionado del United desde toda la vida y ya ha contactado con los bancos JP Morgan y Goldman Sachs para recibir asesoramiento de una posible compra.
Además de posibles ofertas llegadas de Estados Unidos, Qatar es otro de los posibles candidatos, con el posible papel de Al-Khelaifi, presidente del Paris Saint Germain. Esta opción, sin embargo; es remota, ya que la regulación de la UEFA no permite que un mismo dueño posea dos clubes que puedan jugar las mismas competiciones.
Un caso similar ocurre con Arabia Saudí, que ya es dueño del Newcastle United a través del fondo de inversión PIF.
La posibilidad de que Qatar o Arabia Saudí se hagan con clubes de la Premier League despertó las dudas de asociaciones por los derechos humanos como Fair Square, que ha pedido a la competición que para “proteger la integridad de la liga”, piden a la Premier y a la UEFA que “prohíba cualquier compra de esta naturaleza”.
Una vez las candidaturas hayan sido presentadas a Raine Group, el grupo que supervisa la compra y que ya ayudó en la venta del Chelsea, la familia Glazer decidirá si seguir adelante con la operación y cuál es la oferta que más les interesa. El objetivo es que, de llevarse a cabo, la operación se resuelva para final de temporada.