Los argentinos Lionel Messi y Julián Álvarez, maestro y discípulo, se combinaron a la perfección para alcanzar su sexta final de la Copa Mundial de la FIFA tras imponerse a Croacia en el estadio Lusail.
Messi tiene ahora una última oportunidad de ganar el trofeo que le ha sido esquivo en su carrera repleta de trofeos, pero Álvarez, el delantero de 22 años del Manchester City, se adjudicó al menos una parte igualitaria del primer puesto, ya que Argentina se aseguró volver aquí el domingo para enfrentarse a Francia o a Marruecos.
El pequeño genio argentino parecía tener problemas en los isquiotibiales desde el principio, pero se recuperó lo suficiente como para abrir el marcador desde el punto penal en el minuto 34, tras una falta del guardameta croata Dominik Livakovic sobre el merodeador Álvarez.
Álvarez dobló la ventaja de Argentina cinco minutos más tarde, cuando recibió un cabezazo de Messi en territorio croata y emprendió una carrera en eslalon, ayudado por rebotes afortunados en Josip Juranovic y Borna Sosa, antes de batir a Livakovic.
No hubo fortuna en el brillante tercer gol tras el descanso, ya que Messi sorprendió al excelente defensa croata Josko Gvardiol en la línea de banda antes de ceder a Álvarez para el remate.
Messi tendrá ahora la oportunidad de resarcirse de la amarga decepción que supuso perder la final del Mundial de 2014 ante Alemania en el emblemático Maracaná de Río de Janeiro.
