Emma Raducanu dice estar agradecida de poder recurrir a Andy Murray para que la aconseje mientras sortea los diversos obstáculos que se le han presentado al principio de su joven carrera.
La número 1 británica saltó al estrellato con una carrera estelar hasta llegar a la cuarta ronda de Wimbledon el año pasado, antes de convertirse en la primera jugadora de la historia en ganar un Grand Slam cuando se hizo con el famoso título del Abierto de Estados Unidos al vencer a Leylah Fernández.
Tal es el creciente nivel de competencia y la profundidad del talento en el lado femenino, que Raducanu se ha enfrentado desde entonces a las dificultades para encontrar la consistencia mientras luchaba contra las lesiones y se enfrentaba a las grandes expectativas en su primera temporada completa en el WTA Tour.
Murray, tres veces campeón del Grand Slam, es un hombre que puede dar fe de experiencias similares a lo largo de su carrera, sobre todo en los últimos años, ya que las lesiones le han apartado de las pistas.
“[En el tenis] puede parecer que todo va hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo y que no mejora”, dijo en una entrevista con Grazia. “Pero todo puede cambiar muy rápido.
“Un solo partido puede tener una gran influencia en tu confianza y, una vez que tienes confianza y llega el impulso, sientes que no puedes perder.
“Es un deporte muy individual: la gente es amable, pero es difícil estar realmente cerca de aquellos con los que compites.
“Es muy bueno hablar con Andy Murray porque él ha pasado prácticamente por lo mismo que yo.
“Siempre le he admirado y le he observado desde que ganó su primer Wimbledon y los Juegos Olímpicos”.
Esta semana, el Rey Carlos de Inglaterra le concedió la MBE en una ceremonia especial en el Castillo de Windsor en reconocimiento a sus servicios al tenis.
Es la última etapa de su acelerado ascenso en el deporte, que a su vez le ha planteado retos con los que a otros de su edad les costaría relacionarse.
“Nunca he salido. Nunca he hecho cosas normales de adolescente”, añadió. Entre los entrenamientos y los viajes, [el estilo de vida] requiere acostumbrarse, pero me gusta estar sola y siempre se trata de una visión más amplia”.
“En mi carrera, me ha ido bastante bien en comparación con la mayoría de los adolescentes.
“Con suerte, seguiré jugando durante mis 20 años y hasta los 30; estoy deseando hacer un buen trabajo”.
