El jardinero de los Yanquis de Nueva York, Aaron Judge y el inicialista de los Cardenales de San Luis, Paul Goldschmidt se adjudicaron el premio Hank Aaron, que distingue al mejor jugador ofensivo de la Liga Americana y de la Nacional en la temporada de las Grandes Ligas.
Judge, ganador del premio en la Americana, fue protagonista en la campaña que llevó a los Yanquis hasta la postemporada.
El jardinero, de 30 años, envió 62 pelotas sobre la barda y fue el sexto jugador en pegar 60 o más cuadrangulares en una temporada. Se unió a Babe Ruth (60 en 1927), Roger Maris (61 en 1961), Mark McGwire (70 en 1998 y 65 en 1999), Sammy Sosa (66 en 1998, 63 en 1999 y 64 en 2001) y Barry Bonds (73 en 2001).
Sus 62 vuelacercas pasaron a ser la marca para un pelotero en la Liga Americana, dejando detrás la marca anterior, que estaba en poder de Maris y de paso dejó mantuvo el récord en la franquicia de los Yanquis, ya que antes de Maris, el mayor total de jonrones en el menor de los circuitos estaba en manos de Ruth.
El bateador derecho también lideró la liga en carreras anotadas (133) y en vueltas anotadas (131). Además, tuvo el mejor porcentaje de slugging (.686), al igual que el mejor porcentaje de embasarse (.425) entre todos los bateadores de las Grandes Ligas.
Aaron encabezó la Americana en bases por bolas (111). Judge, quien es candidato al premio al Jugador Más Valioso por la Americana, es el principal agente libre en el actual mercado de las Grandes Ligas.
Goldschmidt, de los Cardenales, finalizó la campaña con registros de .317 en promedio de bateo, 35 jonrones y 115 remolcadas, además de 106 vueltas anotadas, estadísticas que lo colocaron entre los 3 finalistas para el premio al Jugador Más Valioso en la Liga Nacional.