Jim Redmond, cuya intervención para ayudar a su hijo Derek a cruzar la línea de meta en Barcelona en 1992 se convirtió en uno de los momentos olímpicos más famosos, ha fallecido a la edad de 81 años.
Redmond corrió desde su asiento en la multitud para abrazar a Derek, que se había desgarrado los isquiotibiales en la recta final de su semifinal de 400 metros masculinos.
Las imágenes de Redmond ayudando a su hijo a cruzar la meta en el Estadio Olímpico han sido vistas millones de veces desde entonces.
La Asociación Olímpica Británica rindió tributo a Redmond y afirmó que el suyo fue un momento olímpico que “nunca se olvidará”.
El Comité Olímpico Internacional dijo en su Twitter: “Nuestros pensamientos están con Derek Redmond y su familia tras la muerte de su padre, Jim.
“Juntos nos brindaron uno de los momentos más inspiradores de la historia olímpica”.
El cuatro veces medallista de oro olímpico Michael Johnson, parte del equipo de Estados Unidos que ganó el título de 4×400 metros en Barcelona, también rindió homenaje.
Lo tuiteó: “Recuerdo esto tan claramente. El amor y el apoyo que el padre de Derek tenía por su hijo se puso de manifiesto ante el mundo en ese difícil momento. Condolencias para Derek y su familia”.