Al mismo tiempo que los diplomáticos estadounidenses y rusos discuten un posible intercambio de prisioneros que involucre a Brittney Griner, los abogados de la estrella del baloncesto estadounidense están agotando todas las opciones disponibles para tratar de reducir su sentencia de nueve años de prisión.
El equipo de defensa de Griner presentó el lunes un recurso contra el veredicto emitido a principios de este mes por un tribunal ruso, dijo la abogada Maria Blagovolina a las agencias de noticias rusas. Blagovolina no devolvió inmediatamente un correo electrónico de Yahoo Sports en el que se pedía confirmación y una explicación de los motivos de la apelación.
Se espera que la apelación de Griner tarde hasta tres meses en ser resuelta, dijo Blagovolina. Blagovolina dijo a Yahoo Sports la semana pasada que hasta el final de su proceso de apelación, Griner permanecerá en una prisión en el pueblo de Novoye Grishino, a 50 millas al norte del centro de Moscú. Sólo después podrá ser enviada a una colonia penal en otro lugar del país.
El 4 de agosto, un juez ruso declaró a Griner culpable de posesión de drogas y de contrabando de drogas con intención delictiva, a pesar de que los fiscales alegan que sólo introdujo en el país menos de un gramo de aceite de cannabis el pasado mes de febrero. El juez rechazó la emotiva petición de Griner de ser indulgente por un “error honesto” y la condenó a poco menos de los 10 años máximos que podía recibir.
En una declaración conjunta el día del veredicto, los abogados de Griner calificaron su sentencia de nueve años como “absolutamente irrazonable” y dijeron que apelarían. Blagovolina y Alexander Boykov argumentaron que “el tribunal ignoró por completo todas las pruebas de la defensa y, sobre todo, la declaración de culpabilidad”.
Durante el juicio, los abogados de Griner no lucharon contra la inevitabilidad de un veredicto de culpabilidad. Su estrategia consistió en intentar, en vano, argumentar a favor de una sentencia indulgente.
El 7 de julio, Griner confesó haber violado inadvertidamente la ley rusa, diciendo al juez que había hecho la maleta con prisas y que había llevado por error los cartuchos de vapeo. Más tarde, Blagovolina y Boykov citaron a testigos de carácter y presentaron una carta de un médico estadounidense en la que se decía que a Griner se le había recetado marihuana medicinal para ayudarla a sobrellevar el dolor crónico provocado por sus anteriores lesiones en el baloncesto.
Al tener la oportunidad de hablar directamente con la jueza tras los alegatos finales, Griner pidió que no “acabara con mi vida” con una sentencia dura.
“Sé que todo el mundo sigue hablando de peones políticos y de política, pero espero que eso esté lejos de esta sala”, dijo Griner. “Quiero decir de nuevo que no tuve ninguna intención de romper las leyes rusas. No tuve ninguna intención. No conspiré ni planeé cometer este delito”.
El hecho de que el tribunal ruso siguiera dictando una sentencia dura no fue una sorpresa. Los expertos habían advertido durante semanas que el juicio de Griner era esencialmente un teatro y que su único propósito real era legitimar el deseo del Kremlin de retenerla hasta que pudiera obtener concesiones de Estados Unidos a cambio de su regreso seguro.
Es probable que la apelación de Griner se enfrente a los mismos retos que su defensa inicial debido al cálculo político que implica. Un veredicto de culpabilidad y una sentencia larga dan al Kremlin la mayor influencia en las próximas negociaciones con Estados Unidos y aumentan la presión sobre el gobierno de Biden para llegar a un acuerdo para traer a Griner a casa.
“Mira, los rusos son buenos en estas cosas, por desgracia”, dijo a principios de este mes David Salvo, ex funcionario de los servicios exteriores del Departamento de Estado y experto en política exterior rusa, a Yahoo Sports. “Es un escenario realmente desafortunado para Brittney. Tienes un caso muy politizado con mucha atención en toda la sociedad estadounidense y mucha presión sobre la Administración Biden. Los rusos van a intentar sacar todo lo que puedan de esto”.
Un diplomático ruso de alto rango declaró el fin de semana a la agencia estatal de noticias rusa TASS que un intercambio de prisioneros con Estados Unidos “se está discutiendo a través de los canales definidos por nuestros presidentes”. Alexander Darchiev, director del departamento de América del Norte en el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, confirmó que el notorio traficante de armas Viktor Bout está entre los rusos que el Kremlin busca a cambio de Griner y del también estadounidense encarcelado Paul Whelan.
Salvo dijo a Yahoo Sports que estaría “muy sorprendido” si el intercambio resulta ser un 2 por 1. Dijo que la “dura realidad” es que Rusia puede permitirse alargar las negociaciones y dejar que la presión sobre el gobierno de Biden siga aumentando con la esperanza de arrancar más concesiones de Estados Unidos que la simple liberación de Bout.
